Los abogados criminalistas atraen una gran atención y generan debates significativos en la sociedad. En realidad, su especialidad es la que provoca ese interés en la gente.
Estos profesionales suelen gestionar casos que implican hechos violentos, como agresiones, homicidios, robos, accidentes graves. Debido a las consecuencias que estos hechos tienen en las personas, generan curiosidad y se vuelven tema frecuente de conversación.
La especialidad en esta rama del Derecho determina que estos profesionales tengan una gran visibilidad en el amplio espectro de la abogacía. Se la considera una especialidad de alto impacto en la vida de los clientes y en la de la sociedad en general, ya que son un factor esencial en las absoluciones y condenas de los acusados.
Un abogado criminalista está especializado en la defensa o acusación de personas involucradas en delitos penales. Tiene los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para investigar un delito y vincularlo con las personas.
En estas investigaciones que el abogado criminalista realiza y aplicando su formación legal, se apoyan las estrategias que le permiten defender a un acusado. También está en su campo de competencias llevar adelante una acusación para demostrar que una persona es culpable de un delito.
Su trabajo les exige movimiento, por lo que no es frecuente que estos abogados permanezcan siempre detrás de un escritorio en su despacho. Las tareas de investigación y recopilación de pruebas, la visita a los escenarios donde se cometieron los delitos, las entrevistas a testigos, las visitas a los tribunales para representar a sus clientes, hacen que sus vidas sean dinámicas.
No obstante, igualmente requieren de tiempo en solitario para pensar, para organizar el caso y crear la estrategia más adecuada para los intereses de sus clientes.
La complejidad de los casos penales a veces exige la intervención de otros especialistas. Por lo tanto, el abogado criminalista generalmente se integra a un equipo de otros profesionales, consiguiendo complementarse. Estos equipos se consolidan paulatinamente y la tarea interdisciplinaria se vuelve más eficiente.
Estos profesionales jurídicos criminalistas suelen involucrarse empáticamente en los casos que atienden. Sin embargo, a pesar del profundo involucramiento emocional, saben mantener un alto nivel de profesionalidad y ética en su trabajo. Esto supone la capacidad de separar sus emociones personales de su labor profesional para tomar decisiones en base a la ley y a los derechos de sus clientes.
Los abogados criminalistas se ocupan de todo tipo de casos, pero están especializados en los que configuran como delitos, entre ellos los de tráfico. El Código Penal define varios delitos vinculados al tráfico, que se consideran delitos contra la seguridad vial.
Tanto el caso de acusaciones por homicidio como el de denuncias penales por lesiones graves, son frecuentes en el tráfico de vehículos. Son situaciones que exigen la intervención de un abogado criminalista.
Por lo tanto, la respuesta a la pregunta de si los abogados criminalistas atienden casos de accidentes, es sí, un sí rotundo. No solo pueden ocuparse en las acusaciones penales, sino que están preparados para asumir otras situaciones conflictivas para su cliente.
Cuando una persona está implicada en un accidente de tráfico, comienza un proceso estresante. Además de preocuparse por los daños y lesiones, tiene que encargarse de las reclamaciones, de enfrentarse a las aseguradoras, de atender a las denuncias que puedan presentarse en su contra.
En caso de accidentes graves, todo se complica. Nadie sabe en realidad qué camino irá tomando el caso. Cada uno conoce su parte de la historia, pero no tiene certezas de cómo transcurre todo en el pensamiento de la otra parte.
En accidentes en los que hubo lesiones graves o de muerte, homicidio involuntario o conducción imprudente, la actuación de un abogado criminalista puede ser fundamental para la asignación de las responsabilidades.
Ejemplos extremos son los de una persona que huyó del lugar del accidente sin auxiliar a los heridos ni avisar a las autoridades o si conducía bajo efectos de alcohol u otros estupefacientes. Probablemente se enfrente a cargos penales en los que un abogado criminalista es imprescindible.
Además, si la persona tiene pendientes otros cargos penales o registra historial de infracciones de tráfico, cualquier nuevo incidente podría ocasionarle consecuencias legales más severas. El abogado criminalista tiene las competencias y las herramientas específicas para asumir estos casos.
En el momento de protagonizar un accidente de tráfico, elegir un buen abogado es muy importante para los buenos resultados. No solo se trata de contratar a un gestor que vaya y venga con los trámites. Hay que considerar que de la elección dependerán en gran medida los resultados.
Los abogados criminalistas son los primeros que deben ser considerados para estas instancias. Tienen una amplia formación que los capacita para afrontar tanto casos leves como graves.
Y como nunca se sabe con certeza qué caminos tomará el proceso que se inicia en el accidente, contar con un abogado criminalista, experto en investigación y en todos los procesos penales, garantiza una buena cobertura.
Se ocupa de todos los asuntos que resultan problemas para su cliente. Los más destacados son:
Ante un accidente de tráfico, optar por un abogado criminalista libera de todos los problemas que probablemente irán surgiendo a medida que transcurre el proceso que la ley prevé.
No hay dudas de que es la especialidad que consiga abordar todos los factores implicados en un accidente, para garantizar las consecuencias más favorables para su cliente.
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